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Casa Fuster

Casa Fuster (72)

En el principio de la calle Gran de Gracia, después de los jardines, encontrarás un edificio que es una verdadera joya del modernismo: la Casa Fuster.

Mariano Fuster i Fuster era un caballero de la alta sociedad Mallorquina que se casó con Consuelo Fabra i Puig, hija del Marqués de Alella. Tras su enlace vivieron en Les Rambles, en pleno centro de Barcelona, pero el Señor Fuster quiso hacerle un regalo especial a su esposa: construirle una casa completamente a su gusto. Y se la encargó al conocido arquitecto Domenech i Montaner. En 1908 se empezó a construir el edificio y si te fijas bien, podrás ver las iniciales CF de Consuelo Fabra en el rosetón de la fachada con la calle Jesús.

Una vez finalizada en 1911, la familia Fuster i Fabra entró a vivir en la planta noble de la casa, que llegó a ser considerada la más cara de la ciudad. Y es que el mallorquín no reparó en gastos: ornamentos florales y de pájaros, mármoles de alta calidad en el interior, hierro forjado... De hecho, la fachada de la Casa Fuster es la primera de toda la ciudad en estar decorada con mármol blanco. Todo un lujo para su querida esposa.

Más tarde, en la década de 1920, la familia, muy a su pesar, tuvo que dejar este espacio a causa de los grandes gastos de mantenimiento y gestión. Muchos y variados han sido los dueños de este edificio. Incluso fue adquirido por una compañía eléctrica con la intención de derribarlo para construir un rascacielos, pero por suerte y gracias a la presión popular esta idea no se llevó a cabo.

Su destino fue incierto hasta que una cadena hotelera lo compró, lo rehabilitó espectacularmente y en 2004 se inauguró el actual hotel de cinco estrellas gran lujo monumento.

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