Este es uno de los más nuevos y más altos rascacielos levantados en Manhattan. De hecho, fue finalizado en el 2010 y, aunque al principio se lo conocía como el One Bryant Park pronto pasó a llamarse la Bank of America Tower. ¿Su altura? Con antena, nada más y nada menos que 365 metros con 80 centímetros. Es decir, es el segundo edificio más alto de Nueva York, por lo menos en el momento de su construcción.
Este gran rascacielos de 55 plantas y de personalidad acristalada fue diseñado por los arquitectos Cook+Fox y levantado por la Durst Organization. Actualmente es conocido, reconocido y hasta premiado por ser uno de los edificios más eficientes energéticamente y más ecológicos de todo el mundo. De hecho, fue el primer rascacielos en recibir el LEED Platino, la máxima distinción. LEED es el acrónimo de Leadership in Energy & Environmental Design. Es decir, Liderazgo en Diseño Energético y Medioambiental, un sistema de certificación desarrollado en pro de la sostenibilidad.
Y es que, entre otros, la Bank of America Tower se levantó con hormigón basado en escoria, un subproducto de los altos hornos que reduce el daño al medio ambiente significativamente. Además, utiliza otras tecnologías sorprendentes, como un vidrio aislante para regular la temperatura interior así como para aprovechar la luz natural inteligentemente. Por otro lado, también recoge y reutiliza el agua de la lluvia, como lo hace la Hearst Tower, cercana al Columbus Circle, e incluso genera y conserva hielo para derretirlo en los días de más calor y refrigerar la temperatura interior del edificio sin apenas dañar al medio ambiente. Para que te hagas una idea, y como gran detalle, la mayoría de rascacielos actuales filtran el aire del exterior al interior. Este, además, filtra el que luego expulsa al exterior. Sí, han cuidado hasta el último detalle.
Sin tanto glamour, una de las curiosidades del edificio que también han dado la vuelta al mundo son sus urinarios sin agua, que se calcula que ahorran hasta 30 millones de litros de agua al año. Sin duda, una gran idea.
Para levantar este inmenso rascacielos tuvieron que demolerse varios edificios. Entre ellos, el Hotel Diplomat y el Henry Miller’s Theatre, que ha sido reconstruido por la Durst Organization y reabierto en el 2009. Curiosamente los arquitectos Cook+Fox han mantenido su fachada neo-georgiana, todo un detalle. Si quieres admirarlo, o incluso acudir a alguna de sus funciones, has de saber que desde el 15 de septiembre cambió de nombre. Hoy es el Stephen Sondheim Theater y lo encontrarás junto a la Bank of America Tower, exactamente en el 124 de la 43.
Como habrás podido comprobar, este rascacielos es único en el mundo y dicen que marcará un antes y un después. Así que disfrútalo. Además de lucir espectacular desde el cielo, podrás obtener una excelente fotografía desde el Bryant Park, mientras tomas algo en la terraza que hay junto a la New York Public Library, por ejemplo.
Y una última recomendación para acabar. Si aún no lo has hecho, acércate hasta aquí de noche para hacerle una fotografía cuando está iluminado. Es simplemente espectacular. Es el mejor momento para apreciar sus diferentes formas, sus niveles y su estructura tras los cristales.
