Si la visión de la Zona Cero nos parece insuficiente para hacernos una idea de lo que supuso la tragedia del 11S, debes saber que han proliferado muchos puntos cercanos al lugar donde se nos explica, mediante homenajes y exposiciones, cómo se vivieron los días posteriores a los terribles atentados. Ciertamente, visitar cada uno de estos lugares parece excesivo, pero si tu itinerario coincide con alguno de ellos, tal vez te apetezca hacer un alto en el camino.
El museo 9/11 Tribute Center está situado en el 120 de Liberty Street e intenta explicar la tragedia desde el punto de vista de las personas que la vivieron directamente de un modo u otro. Fue fundado por la Asociación de Familias del 11 de Septiembre y consta de 5 galerías en las que se nos muestran fotografías, audios y objetos recuperados de las ruinas. Tal vez lo más destacable sean los recorridos guiados alrededor de la Zona Cero, que son realizados por supervivientes, bomberos, residentes del barrio, voluntarios o familiares de víctimas, que aportan sus experiencias personales de la tragedia.
Situado en la Memorial Plaza, en el recinto del New World Trade Center, se encuentra el National September 11 Memorial Museum. Este museo rinde homenaje a las casi 3.000 víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y del 26 de febrero de 1993, ambos acaecidos en el World Trade Center.
Otro punto de peregrinación muy célebre es St Paul´s Chapel. Construida en 1764 se trata de la iglesia más antigua de Nueva York y, viendo su ubicación tan cercana a la zona del desastre, resulta milagroso que saliera indemne. Ni siquiera un ventanal se resquebrajó con las explosiones. De hecho, St Paul´s ya sobrevivió al gran incendio de 1776, con lo que no es de extrañar que se haya convertido en un santuario de esperanza. Después de los ataques del 11S la iglesia sirvió como lugar de descanso y refugio de los que trabajaban en las labores de rescate en la Zona Cero. Centenares de voluntarios acudieron para colaborar y mucha gente dejó flores, fotografías, notas y otros recuerdos en la verja exterior de la capilla. La mayoría de estos objetos se exhiben todavía en la parroquia.
Este tipo de exhibiciones se han extendido y actualmente casi todas las estaciones de bomberos del Bajo Manhattan y de los barrios colindantes tienen homenajes a los compañeros perdidos el 11 de septiembre que pueden apreciarse claramente desde la calle. El New York Fire Museum, construido como estación de bomberos en 1904, cuenta también con una exposición de este tipo. Y especialmente conmovedor es el FDNY Memorial Wall, un monumento grabado en la fachada de la estación de bomberos FDNY Ladder Company 10 Engine 10, situada en el número 124 de Liberty Street, en la intersección entre las calles Greenwich y Liberty. Se trata de una pared con un grabado en bronce de 17 metros de largo que ilustra escenas de las tareas de rescate que se llevaron a cabo el 11S, y en el cual se pueden leer los nombres de los bomberos de esta estación que murieron en los atentados del 11S. Esta pared esculpida, que se inauguró el 10 de junio de 2006, es un homenaje a los 343 bomberos que perdieron la vida en los atentados del 11S.
Para acabar, decir que 6 meses después de los atentados se inauguraron dos monumentos conmemorativos de carácter temporal. Uno de ellos puede verse en Battery Park. Se trata de La Esfera (The Sphere) y contiene los restos dañados de la fuente central que se emplazaba en el antiguo World Trade Center, diseñada por Fritz Koenig, como símbolo de la paz mundial. El 11 de septiembre del 2002 se encendió la llama eterna que acompaña el actual monumento. El segundo homenaje se llama Tribute in Light y consiste en 88 haces de luz de 7.000 watios que apuntan al firmamento formando dos enormes columnas de luz azul. Aunque están situadas a cierta distancia del lugar donde cayeron las Torres Gemelas, el efecto es sobrecogedor. Actualmente las luces solo se encienden el 11 de septiembre.
