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Ninguna visita a Praga puede verse completa hasta pasear por el puente de Carlos bajo la atenta mirada de las 30 estatuas de santos que observan detenidamente al visitante. El puente comunica la Ciudad Vieja con Malá Strana gracias a sus 519 metros de longitud sobre el río Moldava. Hasta el siglo XVIII, fue la única conexión existente entre las dos orillas. Forma parte del Camino Real que llevaba hasta el palacio.
Este puente se considera uno de los símbolos de la ciudad y su imagen, alegre y bulliciosa de día, da paso al misterio nocturno bajo la luz tenue de las farolas. Por esta razón, a finales de los años 90 el director Brian de Palma lo eligió para ambientar las escenas iniciales de la película Misión Imposible.
El puente sobre el que caminas se empezó a construir en 1357 por orden del rey Carlos IV en sustitución de uno anterior, llamado puente de Judith y del que apenas se conservan restos. Fue una obra colosal para la época y sus dimensiones sorprendían a los praguenses. Por el puente, de diez metros de anchura, podían pasar hasta cuatro carruajes a la vez.
La obra fue encargada a Peter Parler en 1357 y no se concluyó hasta el siglo siguiente. Dice la tradición que al mortero con el que se construyó se le agregaron huevos para hacerlo más duro. El puente está edificado con bloques de piedra arenisca.
La historia del puente de Carlos es también la historia de Praga. Éste ha sido históricamente un lugar para negociar, cobrar los impuestos o ejecutar las condenas. El acuerdo de paz con los suecos que puso fin a la Guerra de los Treinta Años se firmó aquí en 1648.
En todos estos siglos, el puente ha sobrevivido a riadas, guerras y bombardeos. En 1974, las autoridades aprovecharon el proceso de restauración para hacerlo peatonal.
No se puede hablar del puente de Carlos sin referirse a las estatuas que lo adornan. Se trata de 30 esculturas que representan a varios santos y que forman un conjunto que recuerda al del puente Sant’Angelo en Roma. La mayor parte de la estatuas colocadas aquí hoy en día son réplicas de las originales, que se han guardado en otros emplazamientos para asegurar su conservación.
Durante casi 200 años, el puente estuvo únicamente decorado con un crucifijo parecido al que hoy todavía puede verse. En esta cruz se leen las palabras “santo, santo, santo es el Señor”, inscritas por un judío como castigo por una blasfemia que había cometido. La primera estatua no se colocó hasta 1683, en plena celebración del triunfo del catolicismo sobre la Reforma.
La leyenda praguense dice que, por las noches, los santos discuten entre ellos sobre religión. También asegura la tradición que la estatua de San Juan Nepomuceno concede un deseo a quien la toca. Tal vez por este motivo el relieve que la adorna ha quedado casi borrado con el paso de los años. La historia de San Juan Nepomuceno se remonta al siglo XIV, cuando este clérigo fue apresado por los hombres del rey Wenceslao IV. Su delito fue el de negarse a desvelar los pecados que la reina le había contado durante la confesión. Después de ser martirizado, su cuerpo fue arrojado al río en el punto donde hoy se encuentra su estatua.
El grupo formado por San Juan de la Mata, san Félix de Valois y el beato Iván conmemora la fundación de la orden de los trinitarios, que recaudaba dinero para los cristianos que habían sido apresados por los infieles.
La estatua de San Vito recuerda su leyenda, según la cual iba a ser devorado por los leones que, en cambio, acabaron lamiendo sus manos. Su fama como apaciguador hace que se le invoque para calmar los disturbios.
Los expertos consideran que la escultura de Santa Lutgarda es la mejor desde el punto de vista artístico. Conmemora la historia de esta monja ciega, que recuperó la visión tras besar las llagas de Cristo. Su autor, Matyás Braun, sólo tenía 26 años cuando se la encargaron en 1710.
Pero no sólo hay santos en el puente de Carlos. Si te fijas en la escultura de San Francisco Javier podrás ver a su autor, Ferdinand Brokof, que quiso inmortalizarse a sí mismo sentado a los pies del grupo.
A ambos lados del puente se alzan dos torres que le dan un aspecto todavía más majestuoso. La Torre de Malá Strana da acceso a este barrio y vale la pena visitarla, ya que ofrece hermosas vistas panorámicas.
En la otra orilla, la Torre del Puente de la Ciudad Vieja fue construida a finales del siglo XIV con propósitos defensivos por el mismo autor del puente, Peter Parler. Tiene 40 metros de altura y es de estilo gótico. El chapitel en forma de cuña que corona la torre es, seguramente, lo más carácterístico de la construcción. Desde el mirador podrás disfrutar de una visión privilegiada sobre el castillo de Praga.
Ayuntamiento de la Ciudad Vieja (Staromestská Radnice) (9)
Iglesia de Nuestra Señora de Tyn (Panna Maria Pred Tynem) (5)
Monasterio de Strahov (Strahovsky Klaster) (26)
Puente de Carlos (Karlûv Most) (2)
San Nicolás de Malá Strana (Sv. Mikulás) (40)
Basílica y convento de San Jorge (Bazilika a Kláster Sv. Jirí) (33)
Iglesia de San Nicolás (Sv. Mikulas) (11)
Nuestra Señora de la Victoria (Panna Maria Vítezná) (39)
Puerta de la Pólvora (Prasna Brana) (7A)
Vysehrad (58)
Antiguo Cementerio Judío (Stary Zidovsky Hrbitov) (24)
Callejón del Oro. Franz Kafka (Zlatá Ulicka) (32)
Colina de Petrin (Petrínské Sady) (42)
Isla de Kampa (41)
Jardín Vtrba (Vrtbovská Zahrada) (38)
Ópera del Estado (Státní Opera) (57)
Palacio Wallenstein (Valdstejnsky Palác) (43)
Plaza Wenceslao (Václavské Námeí) (47)
Avenida Nacional (Narodni) (54)
Camino Real. Nerudova. (37)
Convento de Santa Inés de Bohemia (Kláster Sv. Anezky) (16)
Isla Eslava y la Galería Mánes (Slovansky Ostrov) (50)
Monasterio Eslavo de Emaús (Kláster Na Slovanech -Emauzy-) (45)
Palacio Cernín (Cernínsky Palác) (27)
Parque de Letná (Letenské Sady) (17)
San Juan Nepomuceno del Peñón (Sv. Jan Nepomucky na Skalce) (46)
Barrio Judío, el Golem (Golem) (21)
Casa Municipal (Obecní Dum) (12)
Iglesia de Santiago (Sv. Jakub) (19)
Jan Hus, Capilla de Belén (Betlemska Kaple) (6)
Muelle Masaryk (Masarykovo Nábrezí) (51)
Palacio Lobkowicz-Schwarzenberg (Lobkovicky Palác) (36)
Plaza de Carlos IV y alrededores (Karlovo Námesti) (49)
Sinagoga Vieja-Nueva (Staronová Synagóga) (25)
Centro de Arte Moderno y Contemporáneo (Sbirka Moderního a Soucasneho Umení) (20)
Museo Dvorák (Muzeum Antonína Dvoráka) (53)
Museo Nacional Judío, Sinagogas Maisel y Pinkas (23)