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El Teatro Nacional, un suntuoso edificio de finales del siglo XIX, se enmarca en los esfuerzos destinados al reconocimiento del espíritu nacional checo y su cultura. Los praguenses lo llama “la capilla de oro sobre el Moldava” y, en efecto, en este lugar hay tanto de cultura como de devoción.
En el siglo XVIII, la burguesía alemana dominaba las instituciones y había muy pocas expresiones culturales en lengua checa. Los abanderados del movimiento nacionalista quisieron contar con un teatro propio que simbolizara la grandeza de la cultura checa. En 1849 pusieron en marcha una colecta que recaudó fondos suficientes para la construcción de este edificio. De hecho, parece ser que fueron las clases populares más humildes quienes más contribuyeron al proyecto.
Las obras del Teatro Nacional empezaron en 1868 según los planos de Josef Zítek, que también había diseñado la sala Rudolfinum. El edificio es de estilo renacentista y recuerda al Staatsoper de Viena.
Parece ser que la construcción del Teatro Nacional despertó tal entusiasmo popular que 50.000 personas acudieron al acto de inicio de las obras. Se trajeron rocas provenientes de los lugares más importantes de Bohemia y Moravia. La primera piedra de este teatro, colocada por Frantisek Palacký, procedía del monte Ríp donde según la leyenda se detuvo a descansar Cech, antepasado de los checos.
Pero la mala suerte quiso que cuando las obras estaban terminadas y faltaban pocos días para la inauguración, en 1881, un incendio arrasara el edificio. Crecidos ante las dificultades, los organizadores lograron reunir en pocos días el dinero suficiente para reconstruirlo.
Esta vez el arquitecto encargado fue Josef Schulz, que también había creado el Museo Nacional y el de las Artes Decorativas. Dos años más tarde, en 1883, el Teatro Nacional fue inaugurado con la ópera “Libuse” de Bedrich Smetana.
Los artistas que trabajaron en la ornamentación realizaron un trabajo tan singular que incluso se llegó a decir que formaban parte de la Generación del Teatro Nacional. Entre todos ellos, destaca Mikulás Ales, que realizó los tragaluces del Gran Salón inspirándose en la obra “Mi patria”, de Smetana.
Es aconsejable que tomes cierta perspectiva para contemplar el Teatro Nacional. De lo contrario, sus dimensiones ocuparán toda tu visión y no podrás disfrutar, por ejemplo, del curioso tejado azul decorado con estrellas que simbolizan las aspiraciones artísticas. En el techo, la diosa Victoria conduce un carruaje de bronce tirado por tres caballos. En la fachada del lado oeste, hay varias esculturas alegóricas del artista Antonín Wagner.
Cuando entres al vestíbulo, no dejes de mirar al techo, lugar escogido por Frantisek Zenísek en 1878 para una pintura llamada “La edad de oro del arte checo”. Ya en la sala principal, podrás ver el espectacular auditorio de cuatro pisos de palcos con pinturas también de Zenísek. El telón dorado y rojo es una exquisita obra de Vojtech Hynais que rememora los orígenes del teatro.
El palco real, actualmente llamado palco presidencial, está lujosamente revestido en terciopelo rojo y decorado con personajes históricos checos.
Entre finales de los 70 y principios de los 80, el Teatro Nacional fue restaurado y volvió a inaugurarse en 1983. Los estudiantes que se oponían al régimen lo tomaron como cuartel después de una carga policial en 1989. Durante algún tiempo, este templo de la burguesía fue también sede de asambleas y acciones de iniciativa popular.
Pero el Teatro Nacional ha crecido desde los tiempos de su inauguración. En su centenario, se construyó a su lado una segunda sala, obra de Karel Prager, llamada Nova Scéna. Hoy en día actúa allí el teatro Laterna Magika, traducido como Linterna Mágica. Sus espectáculos se basan en la combinación de las técnicas teatrales y cinematográficas y es digna de verse. No te preocupes por no dominar el checo todavía, porque estos espectáculos están pensados para que pueda comprenderlos todo el mundo, incluidos los visitantes.
Ayuntamiento de la Ciudad Vieja (Staromestská Radnice) (9)
Iglesia de Nuestra Señora de Tyn (Panna Maria Pred Tynem) (5)
Monasterio de Strahov (Strahovsky Klaster) (26)
Puente de Carlos (Karlûv Most) (2)
San Nicolás de Malá Strana (Sv. Mikulás) (40)
Basílica y convento de San Jorge (Bazilika a Kláster Sv. Jirí) (33)
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Nuestra Señora de la Victoria (Panna Maria Vítezná) (39)
Puerta de la Pólvora (Prasna Brana) (7A)
Vysehrad (58)
Antiguo Cementerio Judío (Stary Zidovsky Hrbitov) (24)
Callejón del Oro. Franz Kafka (Zlatá Ulicka) (32)
Colina de Petrin (Petrínské Sady) (42)
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Muelle Masaryk (Masarykovo Nábrezí) (51)
Palacio Lobkowicz-Schwarzenberg (Lobkovicky Palác) (36)
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Centro de Arte Moderno y Contemporáneo (Sbirka Moderního a Soucasneho Umení) (20)
Museo Dvorák (Muzeum Antonína Dvoráka) (53)
Museo Nacional Judío, Sinagogas Maisel y Pinkas (23)